En el contexto de la sociedad multimedia actual, la traducción audiovisual (TAV) está adquiriendo una gran visibilidad y relevancia como medio para el desarrollo de la comunicación y el diálogo en un entorno cada vez más multicultural y multilingüe. TAV es el término genérico para referirse a la traducción de materiales en donde la dimensión verbal es tan sólo una de las muchas formas del proceso de comunicación. La concurrencia de diferentes dimensiones semióticas en los canales visuales (imágenes, texto escrito, gestos) y en los auditivos (música, sonido, dialogo), convierte la tarea del traductor en este campo en un verdadero reto. De las diferentes formas de traducción de materiales audiovisuales (Gambier, 2003), la subtitulación es sin duda la más común debido a que es menos costosa y más rápida. Entre otras prácticas profesionales, se encuentra la interpretación, las voces superpuestas y el doblaje.